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El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, subrayó este martes la importancia de la Base Naval de Guantánamo en el proceso de repatriación de migrantes. Durante su primera visita al centro desde que asumió el cargo en enero, calificó la instalación como una “parada temporalcrítica” en la expulsión de extranjeros ilegales.
El viaje tenía como objetivo evaluar las operaciones en la base y reunirse con miembros de las fuerzas armadas para conocer su labor. El Departamento de Defensa reiteró su cooperación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Detención y Deportación (ICE) en estos procesos.
Guantánamo: de la “Guerra contra el Terrorismo” a la repatriación de migrantes
La base de Guantánamo cobró notoriedad en 2002 cuando Estados Unidos trasladó allí a prisioneros sospechosos de yihadismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. De los 780 detenidos que albergó, actualmente quedan 15, de los cuales solo dos han sido condenados.
En enero, el presidente Trump ordenó habilitar 30.000 camas en Guantánamo para albergar a “los peores inmigrantes ilegales criminales”. El 4 de febrero comenzó el traslado de migrantes venezolanos a la base, pero el 20 de ese mes EE.UU. deportó a 177 de ellos, dejando casi vacío el centro. Según CNN, 126 tenían antecedentes penales y 51 no.
La Administración republicana ha pausado su plan de construir tiendas de campaña para migrantes en Guantánamo, alegando que la infraestructura no cumple con los estándares de detención y que no hay suficientes personas para justificar la medida.
EFE