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Hace una semana, el reguetonero cubano Leamsy Izquierdo, fue arrestado y enviado al centro de detención migratoria Alligator Alcatraz, por el cuál denunció este martes las condiciones inhumanas que se viven en este lugar ubicado en los humedales de los Everglades, Florida. Según relató en una llamada telefónica a su pareja, el lugar “no está preparado para la gente” y calificó el centro como “una perrera”.
Nos tienen aquí como si fuéramos unos perros. Nos están dando una sola comida al día. Los mosquitos parecen elefantes, no hay agua para ‘flushear’ el baño… estamos más de 300 personas sufriendo”, expresó el artista en un audio que su novia, Katia ‘Figura’ Hernández, compartió con medios locales.
Izquierdo, residente legal en EE.UU., fue detenido la semana pasada por un presunto ataque con arma en Miami. Desde entonces permanece en Alligator Alcatraz, centro recién inaugurado por el presidente Donald Trump en un aeropuerto abandonado al oeste de la ciudad, en medio de caimanes, pitones y pantanos.
Protestas y demandas
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, exigió este martes acceso inmediato al centro tras las denuncias y la negativa a legisladores estatales de inspeccionar el sitio.
Organizaciones ambientales como Friends of the Everglades y el Center for Biological Diversity también intensificaron su demanda legal para cerrar el centro por su impacto en una reserva natural protegida. “Es una de las peores ideas del gobierno estadounidense”, aseguró Eve Samples, directora de la campaña ‘Stop Alligator Alcatraz’.
Respuesta del gobierno federal
Pese a las críticas, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) defendió el proyecto en redes sociales, afirmando que el presidente Trump y su secretaria, Kristi Noem, están “usando cualquier herramienta disponible para remover a criminales extranjeros ilegales”, y compararon el centro con otras instalaciones como Guantánamo o el CECOT de El Salvador.
Por ahora, Alligator Alcatraz permanece bajo fuerte vigilancia y rodeado de polémica.
EFE