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Real Madrid sufrió una dura derrota 2-5 ante el Barcelona en la final de la Supercopa de España, un partido marcado por la imprecisión defensiva y la falta de contundencia ofensiva, a pesar de la destacada actuación de Kylian Mbappé, quien anotó el primer gol y fue el principal generador de peligro del equipo.
El inicio del partido fue prometedor para el conjunto blanco, con el arquero Thibaut Courtois realizando dos paradas clave, pero rápidamente se vio superado por la velocidad y eficacia ofensiva del Barcelona. La fragilidad defensiva del Real Madrid fue evidente, con Lucas Vázquez y Ferland Mendy siendo superados en sus duelos y sin poder frenar el ataque rival. La falta de seguridad defensiva fue crítica en el marcador, con jugadores como Aurélien Tchouaméni y Antonio Rüdiger también siendo superados en varias jugadas clave.
A pesar de los esfuerzos individuales de Mbappé, quien marcó con una brillante definición en un contragolpe y generó la expulsión del portero rival, el Real Madrid no logró capitalizar sus oportunidades. Rodrygo mostró señales de vida en la segunda mitad, estrellando un disparo en el palo y anotando un gol de falta, pero la remontada fue imposible.
La actuación de los mediocampistas tampoco fue destacada. Fede Valverde luchó en tareas defensivas sin aportar mucho en ataque, mientras que Jude Bellingham sufrió por una sobrecarga muscular que afectó su rendimiento. Eduardo Camavinga, por su parte, cometió un penalti que permitió al Barcelona remontar.
Con el Barcelona ya en inferioridad numérica tras la expulsión de Szczesny, los cambios de Ancelotti no lograron cambiar el rumbo del partido. Luka Modric y Dani Ceballos no lograron generar la influencia necesaria, y el equipo terminó pagando caro su falta de cohesión.
El Real Madrid dejó claro que, a pesar de la calidad de jugadores como Mbappé, su falta de consistencia y solidez defensiva lo llevó a una derrota que aleja al equipo del título en la Supercopa de España.

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