Barcelona, 30 jul (EFE).- Robert Plant, el rubio cantante del legendario grupo de rock Led Zeppelin ha mostrado esta noche en el Gran Teatre del Liceu su lado más folk, íntimo y acústico en el que es su último proyecto, ‘Saving Grace’, en el que le acompaña la vocalista Suzi Dian y conjuntado grupo de instrumentistas.
Sobre el escenario, que pocas horas antes había acogido la versión sinfónica del musical ‘West Side Story’, acompañaban a Plant y Suzi Dian (voz y acordeón), Oli Jefferson (percusión), Tony Kelsey (mandolina, barítono y guitarra acústica) y Matt Worley (banjo, guitarra acústica y barítono, y cuatro).
Ha comenzado el concierto con puntualidad británica a las 21:30 y el público entregado desde el primer minuto con de ‘The Cuckoo’, una canción tradicional inglesa cantada a dúo al estilo de los rapsodas por Plant y Dian; seguida de un tema de Los Lobos de los años 70, ‘Angel Dance’ con Plant como voz principal.
Con la tercera intervención ha llegado el primer tema Led Zeppelin de la noche, para regocijo del público rockero y ‘boomer’ que asistía al templo de la ópera y antaño de la burguesía, ‘Ramble on’, interpretada por Plant con ayuda de las voces del grupo pero con un timbre que conserva la calidez de siempre y que incluso le permite lanzar algunos de sus característicos gritos.
El cancionero del cuarteto londinense ha aparecido a lo largo del concierto en varias ocasiones, con ‘Four Sticks’, con notable presencia de las guitarras acústicas, que evoluciona casi hacia una canción mística; y el también acústico y orientalizante ‘Friends’, corte de ‘Led Zeppelin III’.
A lo largo de la noche, la banda ha ofrecido versiones como ‘Move Along Train’ (tema de Mavis Staples-Levon); o ‘Everybody’s Song’ (Low), que ha contado con la complicidad de las palmas del público.
La voz de Dian ha resonado con fuerza en el Liceu con ‘Too Far From You’, puro sonido folk americano que compuso Sarah Siskind; o en ‘Higher Rock’ (Martha Scanlan).
En la parte final de la velada, Plant y sus acompañantes han interpretado otra canción tradicional, ‘As I Roved Out’, música celta en estado puro que ya popularizó la canadiense Loreena McKennitt; y un tema de Neil Young, otro mítico del country norteamericano, ‘For the Turnstiles’.
Como pasa con los tenores que frecuentan el Liceu, el público se ha puesto en pie aplaudiendo cuando Dion en las presentaciones del grupo ha nombrado al “increíble” Robert Plant, que sigue cogiendo el micro como en los años 70 y que esta noche en momentos tocaba la armónica y en otros las maracas.
En los bises han sonado dos himnos zeppelianos, ‘Rain song’, cantada casi a capella, y ‘Gallows Pole’, una canción tradicional que los Zeppelin popularizaron con su propia versión en su tercer elepé, esta noche interpretada a mayor velocidad de lo que la tocaban entonces o de lo que la cantó Willie Watson, y que ha convertido el Liceu en el final de fiesta de los típicos pubs de la provincia galesa donde Plant y Jimmy Page, el guitarrista, solían pasar sus vacaciones familiares.
Con el concierto de esta noche, Robert Plant ha dado fin a sus actuaciones en España de ‘Saving Grace’ tras recalar en Granada y Valencia.
El público barcelonés ha disfrutado del más prolífico de los miembros originales de Led Zeppelin, cuyos orígenes nadan en las aguas del blues y el rhythm’blues y que ya flirteó con la música folk cuando cooperó en un disco (‘Raising Sand’) con la cantante estadounidense de bluegrass Alison Krauss.
El Liceu ha sido su última actuación en Europa antes de proseguir la gira ‘Saving Grace’ en Estados Unidos y Canadá a partir de octubre.
Jose Oliva