Imagen vía EFE
Esta semana las redes sociales se han inundado de retratos y memes generados por ChatGPT 4o, el último modelo de inteligencia artificial (IA) de OpenAI, inspirado en Studio Ghibli.
Desde el lanzamiento de esta “herramienta” el martes, ha sorprendido a los usuarios con su capacidad de replicar el estilo único de películas animadas como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y El niño y la garza; generando imágenes fotorrealistas e inspiradas en el estilo anime japonés, elevando el nivel creativo a un nuevo estándar.
Una galería digital mundial
En solo horas, usuarios premium de ChatGPT inundaron internet con ilustraciones que imitaban los retratos clásicos de Studio Ghibli: desde mascotas hasta recreaciones de momentos históricos, como los atentados del 11 de septiembre o Los fusilamientos del tres de mayo de Francisco de Goya. Incluso los memes se viralizaron.
El propio Sam Altman, CEO de OpenAI, se unió al fenómeno cambiando su foto de perfil en X por una imagen generada en este estilo. A través de esta plataforma, compartió lo siguiente:
«Es divertidísimo ver a la gente encantada con las imágenes en ChatGPT. Pero nuestras GPUs están que echan humo. Vamos a introducir temporalmente algunos límites de velocidad mientras trabajamos para mejorar la eficiencia. ¡Ojalá no tarde mucho!»
El lado oscuro: la polémica de los derechos de autor
El auge de este tipo de tecnología ha causado molestia en el mundo del arte, pues permite imitar cualquier estilo artístico sin respetar las regulaciones de derechos de autor. En 2023, más de 11,000 artistas firmaron una carta abierta denunciando el uso de arte humano para entrenar IA sin permiso y se han trabajado en propuestas para regular la IA en áreas como en la música.
En este contexto, el director japonés Hayao Miyazaki, cofundador de Studio Ghibli, se erige como un ejemplo de resistencia, expresando en 2016 su firme rechazo a la animación generada por IA, señalando que nunca integraría esta tecnología en su trabajo.}
A pesar de las críticas, OpenAI defiende que su objetivo es dar a los usuarios la mayor libertad creativa posible. No obstante, la empresa se enfrenta a demandas por infracciones de derechos de autor presentadas por medios de comunicación, escritores y artistas visuales. Aun así, el uso de la IA generativa en el arte está marcando un punto de inflexión en el mundo digital sin regulaciones.
EFE