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La intensa ola de calor que azotó gran parte de Estados Unidos esta semana comienza a ceder este viernes, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), tras haber provocado emergencias energéticas y roto récords de temperatura en al menos 50 ciudades del país.
“La cresta barométrica se debilita desde el Valle de Ohio hasta el sureste, lo que resulta en un área menor bajo alertas de calor”, señaló el NWS. Se espera que las temperaturas regresen a niveles típicos para finales de junio durante la noche del viernes y se mantengan así el fin de semana.
La ola de calor, considerada “extremadamente peligrosa”, afectó zonas del Medio Oeste y la Costa Este, con temperaturas superiores a los 37 °C en ciudades como Baltimore, Boston, Filadelfia, Nueva York, Newark y Raleigh.
Ante la demanda energética récord, el secretario de Energía, Chris Wright, emitió varias órdenes de emergencia para evitar apagones y garantizar el suministro eléctrico. “Estas medidas han sido esenciales para apoyar la red durante la ola de calor de esta semana”, dijo Wright.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), las olas de calor se han duplicado desde los años 60 y ahora ocurren en promedio seis veces al año, con una duración de cuatro días.
En 2023, EE.UU. registró 2.325 muertes relacionadas con el calor, el cuarto año consecutivo con récords, de acuerdo con el Journal of the American Medical Association.
EFE