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Las intensas lluvias de este domingo obligaron a suspender temporalmente las labores de búsqueda por las inundaciones en Texas, donde al menos 120 personas han muerto y unas 170 continúan desaparecidas tras las devastadoras tormentas del fin de semana pasado, principalmente en el condado de Kerr.
El Departamento de Policía de Kerrville, la ciudad más afectada, informó que las operaciones de búsqueda en tierra quedaron suspendidas por la crecida del río Guadalupe, en medio de una alerta de riesgo “alto” por inundaciones repentinas. “Todos los voluntarios desplegados por su cuenta necesitan atender esta alarma y su seguridad”, advirtió la autoridad en redes sociales.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió alertas de lluvias intensas y posibles inundaciones para varias regiones, incluyendo el centro de Texas, los lagos Finger y el norte del estado de Nueva York. Para Texas, las alertas permanecían activas en zonas como Llano y Cherry Springs.
El gobernador Greg Abbott aseguró que su administración continúa “monitoreando todos los condados con un enfoque en salvar vidas”, e informó sobre operaciones de rescate y evacuaciones en San Saba, Lampasas, Menard, Schleicher, Kimble y Sutton.
Las autoridades, junto a ciudadanos voluntarios, mantienen los esfuerzos de búsqueda, aunque las precipitaciones constantes complican las labores.
El presidente Donald Trump visitó el área afectada el viernes y defendió la respuesta de los gobiernos federal y estatal ante lo que ya se perfila como uno de los mayores desastres naturales en la historia reciente del país.
EFE