En un movimiento que podría tener grandes repercusiones para la política migratoria de Estados Unidos, el gobierno de Texas ha ofrecido más de 500 hectáreas de terreno en el condado de Starr, cerca de la frontera con México, al futuro gobierno de Donald Trump.
La Oficina General de Tierras de Texas ha confirmado su disposición a colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para construir un centro de detención destinado a procesar y coordinar las deportaciones de migrantes indocumentados.
El terreno, actualmente utilizado para cultivos como cebollas, maíz y algodón, se encuentra en una ubicación estratégica, atravesado por el río Grande, que forma la frontera natural entre ambos países.
El objetivo de esta medida es reforzar la seguridad fronteriza y contribuir a la expansión del muro fronterizo, un proyecto clave de la campaña de Trump.
La propuesta de crear un centro de detención en la zona responde a la promesa de Trump de llevar a cabo la mayor “deportación masiva” en la historia de Estados Unidos.
Con más de 11 millones de migrantes indocumentados en el país, muchos de ellos residentes durante décadas, la administración entrante está considerando diversas ubicaciones y contactando a empresas privadas para expandir la capacidad de detención.
Mientras tanto, las autoridades texanas no han especificado qué ocurrirá con la producción agrícola actual en el terreno una vez cedido al gobierno federal. Esta oferta forma parte de una estrategia mayor para intensificar las políticas de inmigración y seguridad que marcaron el mandato de Trump.
San Antonio (EE.UU.), 20 nov (EFE).-