Dos soldados estadounidenses, Ángel Palma y Enrique Jaureguí, comparecieron este viernes ante una corte federal en Waco, Texas, acusados de participar en el contrabando de indocumentados y de agredir a un agente federal. Este es un claro caso de tráfico de inmigrantes.
El caso también involucra a Emiliano Mendoza López, otro miembro del Ejército, quien fue acusado previamente en Alpine, Texas, por cargos relacionados con la entrada y el alojamiento de extranjeros indocumentados.
El 27 de noviembre, agentes de la Patrulla Fronteriza detectaron un vehículo sospechoso en Presidio, Texas. Durante el operativo, el conductor esquivó a las autoridades, lo que provocó un choque entre dos patrullas y dejó herido a un agente. Este incidente resalta los peligros asociados con el tráfico de inmigrantes.
Posteriormente, la policía local detuvo el vehículo y arrestó a tres migrantes indocumentados —un mexicano y dos guatemaltecos—, junto con Mendoza López, quien iba como pasajero delantero. El conductor, identificado como Ángel Palma, huyó pero fue localizado al día siguiente en Odessa, Texas.
Documentos judiciales revelaron que los tres soldados habían planeado el traslado de los migrantes desde Presidio a otras partes del país, recorriendo cerca de 800 kilómetros desde el Fuerte Cavazos. Además, mensajes extraídos del teléfono de Palma respaldan las acusaciones de tráfico de inmigrantes.
El Departamento de Investigación Criminal del Ejército también está investigando el caso, en el que se señala a Jaureguí como el principal organizador del tráfico de inmigrantes.
Según la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, en 2023, el 70% de las personas involucradas en el tráfico de indocumentados eran ciudadanos estadounidenses. Este caso subraya cómo, incluso entre miembros de las fuerzas armadas, el tráfico de personas representa un problema serio de tráfico de inmigrantes.
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