Imagen vía X Federal Reserve
Después de una tensa jornada en Wall Street, el presidente Donald Trump afirmó que no tiene intención de despedir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a pesar de las duras críticas que ha lanzado en su contra.
Pese a ello, el mandatario sí confirmo que le gustaría verlo un “poco más activo” en relación a los recortes de tasas de interés puesto que “es el momento perfecto para hacerlo”. También reconoció que no tomaría represalias si Powell no accede.
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El lunes, Trump calificó a Powell como un “gran perdedor” y aseguró que “ya era hora de que su mandato terminara”, generando incertidumbre en los mercados cuando los tres principales índices de la bolsa de Nueva York cerraron a la baja tras las declaraciones del mandatario.
Jerome Powell fue nombrado por el propio Trump durante su primer mandato y luego ratificado por el presidente demócrata Joe Biden, concluyendo su actual mandato en mayo de 2026.
El principal punto de fricción es la política de tasas de la Fed y la advertencia de Powell sobre el efecto inflacionario que podrían tener los aranceles impulsados por la Casa Blanca, mientras que Trump presiona para que la Reserva Federal actúe con mayor rapidez en la reducción de tasas, lo que podría estimular el crédito y la economía, pero también elevar los riesgos inflacionarios.
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Según el Fondo Monetario Internacional, la economía estadounidense crecerá solo 1.8% este año, una revisión a la baja frente al 2.7% estimado en enero.
Mientras tanto, la estrategia comercial de Trump, sumada al pulso con Powell, mantiene en vilo a inversionistas y analistas por igual.