Washington, 13 jun (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó hoy una orden ejecutiva que condiciona la compra de de la acería estadounidnese U.S. Steel por parte de la japonesa Nippon Steel al cumplimiento, por parte de la firma nipona, de un acuerdo de seguridad nacional establecido por el Gobierno estadounidense.
La firma coincide con la decisión de un tribunal de apelaciones de EE.UU. de extendió una pausa en el litigio que mantienen Nippon Steel y la administración Trump.
La orden rubricada por Trump establece que la inversión japonesa valorada en más 14.000 millones de dólares “queda prohibida, a menos que los compradores y U.S. Steel suscriban con el Departamento del Tesoro” y “cumplan posteriormente con un acuerdo de seguridad nacional (NSA)” que la Administración estadounidense entregó hoy mismo a las partes.
El acuerdo, que Washington ha evitado calificar de “compra” en la medida de lo posible y sobre el que se conocen muy pocos detalles, continúa así enrrevesándose.
Más aún, después de que Trump, que ha insistido en que U.S. Steel seguirá siendo estadounidense, conservará su nombre y mantendrá sede en Pensilvania, dijera esta semana que el Gobierno ostentaría una llamada “acción de oro” en el otrora gigante estadounidense del acero, lo que otorgaría al Gobierno federal un control sustancial sobre la empresa.
Precisamente, el mencionado tribunal de apelaciones ha dado hoy a las partes hasta el próximo 19 de junio para proporcionar actualizaciones relacionadas con el litigio, cuyo desbloqueo es clave para que se puede ejecutar la operación de compra de Nippon Steel.
El pasado 23 de mayo Trump anunció que daba luz verde a la operación después de haber bloqueado la oferta de fusión inicial.
El pasado 3 de enero, cuando todavía estaba en el poder, el demócrata Joe Biden (2021-2025) bloqueó la venta de U.S., alegando motivos de seguridad nacional y para que Estados Unidos tuviera “una industria acerera fuerte”.
El bloqueo formal de la fusión frustró una operación valorada en unos 14.000 millones de dólares que habría convertido a Nippon Steel en la segunda mayor acerera del mundo y en un gigante de la industria pesada capaz de competir con otros como ArcelorMittal o los titanes chinos liderados por Baowu Steel.
Trump dijo, antes de la decisión de Biden, que se oponía frontalmente a la operación, pero tras retornar a la Casa Blanca y recibir en febrero al primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, se mostró favorable a que Nippon Steel pueda adquirir una participación limitada en el gigante estadounidense venido a menos.