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La “gran y hermosa ley” firmada por el presidente Donald Trump el 4 de julio transformará al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la mayor agencia de seguridad de Estados Unidos, con un presupuesto estimado en 75.000 millones de dólares hasta 2029. Esta cifra supera al gasto de casi todos los ejércitos del mundo, salvo el de cinco países, según organizaciones civiles y análisis independientes.
Un aumento “indignante” en medio de denuncias
El presupuesto destina 45.000 millones al ICE para construir nuevos centros de detención, lo que permitirá mantener a más de 116.000 personas detenidas al día, y 30.000 millones adicionales para operativos, incluidos 10.000 nuevos agentes. El American Immigration Council advierte que esto permitiría alcanzar un millón de deportaciones anuales.
Neera Tanden, del Center for American Progress, calificó el aumento como “indignante” y advirtió sobre el impacto en comunidades inmigrantes. Frank Sharry, de America’s Voice, alertó sobre la “americanización de una policía secreta”.
Más muro, más vigilancia
El plan también incluye más de 46.000 millones de dólares para ampliar el muro fronterizo con México, y 6.000 millones para tecnología y vigilancia. Aunque Trump sugirió que no se necesitará gastar todo ese dinero, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, insistió en que aún se requiere infraestructura y tecnología.
Críticas por enfoque extremo
Clarissa Martínez, de UnidosUS, criticó que los recursos se enfoquen en “acciones extremas” en lugar de modernizar el sistema migratorio. “Estas políticas afectan también a ciudadanos estadounidenses solo por su apariencia”, lamentó.
El total para seguridad migratoria se aproxima a los 170.000 millones de dólares, convirtiendo al aparato migratorio de EE.UU. en uno de los más poderosos del mundo.
EFE