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Donald Trump anunció este jueves que presentó una demanda contra el estado de California por su nuevo plan de redistribución de distritos electorales, al argumentar que la medida viola la Constitución por un presunto sesgo racial a favor de los votantes latinos.
En las pasadas elecciones del 4 de noviembre, los californianos aprobaron con un 64,4 % de apoyo la Proposición 50, una redistribución temporal de los mapas electorales que le otorgaría cinco escaños adicionales al Partido Demócrata en el Congreso. El resultado representó un revés directo para la Casa Blanca y profundizó el enfrentamiento político con el gobernador demócrata Gavin Newsom.
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La acción legal responde a una movida previa del propio Trump en Texas, donde los republicanos buscan asegurar al menos cinco escaños adicionales mediante cambios en los distritos, con el fin de retener la mayoría en la Cámara Baja en 2026.
En su demanda, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) asegura que existen pruebas de que la Legislatura de California diseñó un nuevo mapa basado en consideraciones raciales, priorizando áreas de mayoría latina, lo que supuestamente viola la Cláusula de Igual Protección de la Constitución.
La fiscal general, Pamela Bondi, afirmó en un comunicado que el plan de redistribución de distritos de California es un “descarado” intento por acaparar poder que pisotea los derechos civiles y ridiculiza el proceso democrático. También acusó a Newsom de intentar consolidar “el dominio de un solo partido y silenciar a millones de californianos”.
Bill Essayli, fiscal federal para California, sostuvo que el DOJ actúa con celeridad para impedir que los nuevos mapas, considerados ilegales, influyan en las elecciones de medio término del próximo año.
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La demanda, presentada ante el Tribunal del Distrito Central de California, forma parte de la escalada de tensiones entre la Casa Blanca y Newsom, quien ha encabezado la defensa del plan estatal. Tras la negativa de los republicanos a frenar la redistribución, el gobernador, acompañado por figuras demócratas como el expresidente Barack Obama, impulsó el voto a favor de la Proposición 50 para avanzar con los nuevos mapas.
La redistribución afectaría especialmente a regiones tradicionalmente republicanas como el Valle Central, una zona agrícola clave.
La Casa Blanca ya había adelantado que llevaría el caso a los tribunales, en contraste con la situación de Texas, donde los cambios fueron aprobados por la Legislatura dominada por republicanos. Mientras tanto, varios estados del país se suman a esta batalla política: más de diez legislaturas republicanas están impulsando sus propios rediseños, y algunos estados demócratas evalúan seguir el ejemplo de California.
