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Este jueves el presidente Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para desmantelar el Departamento de Educación, reduciendo sus funciones a su mínima expresión. Esto como parte de sus promesas electorales en materia educativa y económica.
De acuerdo con la Casa Blanca, esta agencia no se puede cerrar por completo sin la aprobación del Congreso, por lo que mantendrá competencias básicas relativas, por ejemplo, a la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles.
Trump, rodeado por gobernadores republicanos y una docena de niños en pupitres, afirmó que esta decisión tomó 45 años en concretarse desde la creación del departamento en 1979, el cual, según él, será desmantelado por completo.
Argumentos detrás de la decisión
El presidente republicano también argumentó las decisiones que su Gobierno ha tomado para justificar el desarbolado de la cartera de educación; habló de 3 billones de dólares gastados en 45 años y del empeoramiento de los resultados de los escolares estadounidenses en las pruebas de nivel, especialmente en matemáticas y lectura.
Asegurando que Estados Unidos es el país desarrollado que “más dinero ha gastado por alumno” en las últimas décadas y que pese a ello el nivel académico nacional ha bajado.
Sin embargo, Trump aseguró que se mantendrán los apoyos para niños con discapacidades y las ayudas para menores de familias de bajos ingresos, aunque estos fondos serán redistribuidos a otros departamentos y agencias.
¿Es viable el cierre total del Departamento?
El cierre definitivo del Departamento de Educación depende del Congreso, donde se espera una fuerte oposición por parte de los demócratas. Sin embargo, Trump confía en obtener los votos necesarios para avanzar con su plan.
En su discurso, presentó a Linda McMahon, actual titular del departamento, asegurando que “con suerte será nuestra última secretaria de Educación”. Además, mencionó que algunos demócratas estarían a favor del desmantelamiento.
“Vamos a devolver la educación a los estados, donde pertenece”, concluyó Trump.
EFE