Imagen vía EFE
En medio de la polémica por los correos del fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein, este jueves una estatua de 3.6 metros que muestra al presidente estadounidense, Donald Trump, y a Epstein tomados de la mano volvió a aparecer Washington.
Después de haber sido retirada dos veces por las autoridades federales, la obra creada por el colectivo artístico The Secret Handshake, fue ubicada frente al restaurante Busboys and Poets, en el corredor de la calle U, un día después de la polémica por los 20 mil documentos publicados por el Congreso, donde Epstein asegura que el Trump sabia de sus crímenes y que pasó “horas” con una de las víctimas.
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La nueva exhibición ocurre en medio del renovado escrutinio por los vínculos entre Trump y Epstein. Los mensajes publicados por el Comité de Supervisión de la Cámara incluyen intercambios entre Epstein y su colaboradora Ghislaine Maxwell, en los que se menciona al mandatario por su nombre. Aunque Trump no aparece como remitente ni destinatario, Epstein lo describe como “un perro que no muerde” y asegura que el expresidente tenía conocimiento de sus crímenes.
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Los artistas detrás de la obra dijeron a medios estadounidenses que buscan generar “un saludo inesperado”, aprovechando la atención nacional que recibió la escultura cuando fue retirada de las inmediaciones del Capitolio en septiembre, supuestamente por incumplir permisos emitidos por el Departamento del Interior.
Tanto el Gobierno como Trump han restado importancia a las revelaciones. El presidente calificó el contenido como un “engaño”, mientras que su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, aseguró que se trata de un montaje impulsado por adversarios políticos para desviar la atención de los logros de la actual administración.