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El papa Francisco, de 88 años, continúa recibiendo tratamiento en el Policlínico Gemelli de Roma por una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía bilateral. Aunque su pronóstico sigue siendo reservado, el Vaticano informó que ha superado la fase crítica y mantiene su agenda de trabajo.
Desde el hospital, el pontífice envió un mensaje a los participantes de un curso para responsables de celebraciones litúrgicas episcopales, celebrado en el Ateneo Pontificio de San Anselmo de Roma. En su misiva, firmada y fechada el 26 de febrero en el Gemelli, exhortó a los asistentes a practicar un estilo litúrgico basado en el seguimiento de Jesús, evitando protagonismos o exhibicionismos innecesarios.
El responsable de celebraciones litúrgicas debe ser un maestro humilde que guíe la oración de la comunidad y marque el ritmo ritual sin jactarse de su labor”
Expresó Francisco en su mensaje, donde también instó a formar a monaguillos, lectores y cantores con la misma actitud de discreción y servicio.
Según fuentes vaticanas, el papa pasó una noche tranquila, desayunó con normalidad y leyó la prensa, mientras continúa su tratamiento y fisioterapia respiratoria. Aunque los médicos han mostrado optimismo, recalcan que su estado sigue siendo complejo y bajo observación.